A diferencia de otras cadenas montañosas, en el Sistema Central no hay muchas zonas rocosas favorables para la nidificación de aves. Por ello, en lugares como La Pedriza y las sierras de La Cabrera y de Los Porrones, donde sí hay muchos escarpes, se concentran los nidos de especies como el águila real, el búho real, el buitre leonado, el cernícalo común o el halcón peregrino. Otras aves rupícolas habitan estas paredes graníticas, como el avión roquero, el colirrojo tizón, el roquero solitario, la collalba negra, el cuervo, la chova piquirroja y la golondrina dáurica. Por añadidura, varias especies de rapaces ya desaparecidas en estas montañas, como el alimoche, el águila-azor perdicera y el quebrantahuesos podrían recolonizar el área con una adecuada gestión del medio.
Los técnicos de las asociaciones ecologistas han constatado la reiterada pérdida de puestas de halcón peregrino debido a la escalada. El águila real también se ha visto perjudicada por la presencia de sendas que pasan junto a sus nidos. En la actualidad existen unas 2.500 vías de escalada en la zona, gran parte de las cuales se han abierto después de 1987, fecha en la que el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Regional de la Cuenca Alta del Río Manzanares prohibió la escalada y tránsito a pie de vía en las áreas de nidificación de aves rapaces entre enero y julio. Esta prohibición nunca se hizo cumplir e incluso desapareció con la declaración del Parque Nacional.
Siendo muy importantes las poblaciones actuales de algunas rapaces rupícolas, aún es mayor su potencialidad en un hipotético marco futuro de uso público bien gestionado, que garantizara la disponibilidad de hábitats para facilitar un aumento de la densidad de ciertas especies escasas en la actualidad, así como la recolonización de otras rapaces extintas como el águila-azor perdicera, el alimoche o incluso el quebrantahuesos. Aquí debe mostrarse la "excelencia" de un Parque Nacional.
Siendo muy importantes las poblaciones actuales de algunas rapaces rupícolas, aún es mayor su potencialidad en un hipotético marco futuro de uso público bien gestionado, que garantizara la disponibilidad de hábitats para facilitar un aumento de la densidad de ciertas especies escasas en la actualidad, así como la recolonización de otras rapaces extintas como el águila-azor perdicera, el alimoche o incluso el quebrantahuesos. Aquí debe mostrarse la "excelencia" de un Parque Nacional.
Texto: Rubén Bernal. Foto: Red Montañas
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