Vivimos en un planeta
llamado Tierra que tiene un setenta por ciento de su superficie cubierta por
agua. Sin embargo, el noventa y siete por ciento de toda esa agua no es
potable, ya que es salada, y solo el uno por ciento del volumen total está
realmente disponible para saciar nuestra sed y la de nuestro ganado, atender
nuestras necesidades higiénicas, y hacer crecer los cultivos que nos alimentan
a nosotros y, de nuevo, a nuestro ganado.
Sigo con los números (en
este artículo vas a encontrar bastantes): el setenta por ciento del agua que
usamos se emplea en la agricultura, y se prevé que, si no hay avances en la
eficiencia con que la usamos, el incremento de la población aumente la demanda global
de agua para irrigación en un cuarenta y cinco por ciento para 2030.
Como suele ocurrir cuando
hablamos de riqueza y recursos, hay mucha desigualdad en el uso del agua. La
tabla siguiente es una muestra de ello:
País
|
Huella
Hídrica
(m3/año/hab
1996 – 2005)
|
Media
global
|
1.385
|
China
|
700
|
España
|
2.461
|
Estados
Unidos
|
2.842
|
Japón
|
1.150
|
Reino
Unido
|
1.258
|
R.D.
Congo
|
552
|
Fuente:
www.waterfootprint.org
El concepto de “Huella
Hídrica” representa el volumen total de agua empleada para producir los bienes
y servicios consumidos por una comunidad (país, región, ciudad…), una
organización o una persona, y diluir los contaminantes generados en esa
producción y en el vertido de dichos bienes. Recoge también el agua incorporada
en los productos importados. En el caso de España, el treinta y seis por ciento
de su huella hídrica se genera en los países que nos venden productos. En China
y en Japón ese porcentaje es, respectivamente, el siete y el sesenta y cinco.
El sobreconsumo de países
como EE.UU y España coexiste con la carencia a la que se ven sometidas mil
millones de personas en todo el mundo, que no tienen acceso a agua potable,
entre las cuales se cuentan los seis mil niños que mueren diariamente por
enfermedades relacionadas con esta situación.
A continuación expongo
algunos datos de la cantidad de agua usada para producir algunos bienes de
consumo diario:
1
kg de algodón
|
2.500
l
|
1
kg de arroz
|
10.000
l
|
1
kg de carne de cerdo
|
6.000
l
|
1
kg de carne de ternera
|
15.400
l
|
1
l de leche
|
1.000
l
|
1
kg de trigo blanco
|
1.600
l
|
Fuente:
www.waterfootprint.org
Para poner las cifras
anteriores en su contexto, recordemos que la cantidad de agua que precisa beber
diariamente una persona es, de media, dos litros.
El control de las
reservas de agua es ya una realidad en las estrategias geopolíticas de los estados.
China y varias naciones árabes destacan como compradores de enormes extensiones
de tierra en otros países. Esas tierras disponen de abundantes recursos
hídricos y son idóneas para la producción de alimentos. Ya son bastantes los
analistas que piensan que el agua es y va a ser cada vez en mayor medida fuente
de tensiones geopolíticas.
Pero la disponibilidad de
agua no es solo una cuestión de cantidad, sino también de calidad. Deberíamos
asegurarnos de que la contaminamos lo menos posible y la depuramos lo más
posible. Sin embargo, todavía seguimos descubriendo el alcance de la polución
que provocamos en nuestros ríos; por ejemplo, en 2011 científicos españoles
dieron la voz de alarma sobre la contaminación por fármacos (antiinflamatorios,
betabloqueantes, antibióticos, ansiolíticos) que encontraron en nuestros cursos
de agua.
Solo me queda recordar
algunas pautas que pueden ayudar a disminuir nuestra contribución personal a
este problema.
Consejos
para un uso responsable del agua
- No seas un obseso de la higiene. El uso diario de champús y geles de baño no solo perjudica tu piel y tu sistema inmunológico: también contamina seriamente el agua.
- Lo mismo te digo en lo que respecta al coche y a la casa: la manía por la limpieza, además de que puede perjudicar tu organismo por inhalación y contacto con productos tóxicos, requiere más cantidad de agua, que luego se devuelve sucia a la red de alcantarillado.
- Mejor ducha que baño. Si el agua de la ducha tarda en salir caliente, ¿por qué no la recoges para luego usarla en el WC, para cocinar o para regar?
- Utiliza dispositivos para ahorrar agua en los grifos: producen la sensación de que el caudal es el mismo, pero en realidad usan menos agua.
- Si no la tienes ya, en cuanto puedas sustituye tu cisterna por otra de bajo consumo.
- El lavavajillas y la lavadora se deben usar cuando estén llenos.
- Lava la ropa solo cuando sea necesario: las prendas durarán más, ahorrarás dinero en detergente, suavizante y agua y contaminarás menos.
- Al comprar detergentes para la ropa y para la vajilla, presta atención a la composición. Generalmente, los que tienen una composición más sencilla y “menos de todo” (fosfatos, tensioactivos y demás productos químicos) contaminan menos.
- Por favor, recicla el aceite usado. Nunca lo viertas por el fregadero. Si no dispones de acceso a contenedores de aceite usado, antes que echarlo al alcantarillado es mejor que lo viertas sobre papel absorbente y deposites el papel en el cubo de la basura.
Por Miguel Á. Ortega. Presidente de Reforesta
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