Nos encontramos en FITUR, en el Pabellón de Perú. Mirada sincera, actitud humilde y acogedora, voz tranquila pero segura… Nada más verla y escuchar las primeras palabras que salen de su boca me doy cuenta de que estoy ante alguien que sabe ser y estar. Es Carolyne Heath, inglesa, antropóloga y con muchos años vividos junto a quienes vibran en una frecuencia distinta a la nuestra, en Tanzania, Sri Lanka, Colombia y la Amazonia peruana. Allá en Perú, durante más de cuatro años convivió con los Shipibo, liderando un ambicioso proyecto para la mejora de sus condiciones de vida y generación de ingresos para la economía local, con especial atención al desarrollo social de la mujer y su involucración directa en la dirección de pequeñas empresas locales y en la exportación de productos artesanos. Un pueblo del que podríamos aprender mucho nosotros que, desde nuestra cultura dominante, vivimos ensimismados y con los sentidos volcados en el sálvese quien pueda.
¿Cuándo llegó a Perú? En 1973, desde París. Vine como turista para tres meses, y me quedé trece años la primera vez. Posteriormente viví otra estancia de siete años.