Considero que el problema de la relación ser humano – naturaleza es un problema de alienación. Es decir, tenemos una percepción alterada de nuestra identidad, porque nos sentimos en antagonismo con las leyes de la naturaleza y, por tanto, es un problema existencial.
Esta alienación lleva a la cultura del conflicto, que se manifiesta en una triple vertiente:
- Cada persona consigo misma
- Cada persona con otras personas
- Cada persona con otras formas de vida (animales y plantas) y con el planeta en su conjunto, a través de su participación en un modelo de producción y consumo insostenible.