viernes, 12 de octubre de 2012

El desenlace de la crisis de civilización depende de … ¡ti!


   En este artículo quiero hablar de la forma en que creo que deberíamos de estar en el mundo para que este complejo y extraordinario ser que somos los humanos pueda desplegar su potencial indefinidamente, contribuyendo quizá con su propio potencial a perfeccionar el del Universo.

   Hay muchas formas de estar en el mundo. Tantas como seres hay.  Es imposible conocerlas todas, pero es fácil determinar si tras una determinada forma de estar subyace una actitud favorable al despliegue de ese potencial, es decir, una actitud favorable a la vida. Por actitud favorable a la vida entiendo aquella que obra conscientemente en pos del bienestar propio y ajeno, desde el respeto al planeta y a sus habitantes, las plantas y animales que nos acompañan en nuestro viaje. Es evidente que, conforme a esta definición, muy pocas personas obtendrían un sobresaliente, aunque solo sea porque la inmensa mayoría fallamos debido a nuestras pulsiones consumistas, que dañan a la Tierra y, a la postre, también a nosotros mismos.

martes, 2 de octubre de 2012

Desperdiciamos alimentos hasta la saciedad


   El informe del OSE Retospara la Sostenibilidad: Camino a Río + 20 destaca que, además de la faceta de una producción limpia, una economía verde tiene que contemplar la reformulación de las pautas de consumo y de los hábitos de comportamiento de los ciudadanos bajo los criterios de la sostenibilidad.

   Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, casi una tercera parte de los alimentos que se producen en el mundo se echa a perder o se desperdicia. En los países desarrollados los consumidores son los principales responsables del desperdicio de alimentos, mientras que en los países en desarrollo las pérdidas mayoritarias tienen lugar en la producción.

   La pérdida de alimentos per cápita en Europa y América del Norte es de 280 a 300 kg/año, mientras que en el África Subsahariana y en el Sur y Sudeste de Asia se sitúa entre los 120 y los 170 kg/año. El consumidor promedio europeo o norteamericano desperdicia entre 95 y 115 kg de comida por año, mientras que en algunas zonas de África y Asia el promedio es de 6 a 11 kg., según datos de la FAO. Según la Comisión Europea, en Europa se desaprovechan 90 millones de Tn de alimentos al año, 180 kg por persona, y gran parte de estos alimentos sigue siendo apta para el consumo. Si quieres saber más haz click aquí.