lunes, 4 de marzo de 2013

Nuestro futuro está ligado al de los Recursos Naturales Estratégicos


El informe sobre el Comercio Mundial 2010 de la Organización Mundial del Comercio (OMC), contiene un apartado dedicado al comercio de los recursos naturales. Además de interesantes estadísticas, se hace eco del debate sobre si el desarrollo tecnológico nos permitirá superar los límites impuestos por la finitud de los recursos y evitar el consiguiente deterioro del planeta. Los “optimistas” argumentan que eso es lo que viene ocurriendo; para ellos la prueba es que el  precio de los recursos naturales ha bajado en las últimas décadas. Yo me alineo con los “pesimistas”. El contraargumento es claro: a pesar del indudable progreso tecnológico, todos los informes ambientales de prestigio señalan que la Tierra y sus recursos están cada vez más deteriorados. Si las materias primas bajan de precio es porque su oferta ha aumentado y aquél no internaliza adecuadamente los costes de explotación de los recursos humanos y naturales. Además, para fijar precios, el mercado se guía, entre otros factores, por el valor añadido, que es el resultado del conocimiento técnico aportado por los seres humanos en la transformación de los recursos naturales, que son la base de cualquier producto o servicio que consumimos. Esta es otra de las razones por las que el precio de los productos sin transformar es menor. De momento la producción es suficiente para atender la demanda, pero las estimaciones han constatado que, para ciertas materias primas estratégicas, el panorama puede cambiar mucho antes de 2030, y entonces la subida de precios podría ser inevitable.