lunes, 10 de julio de 2017

¿Crisis ambiental? O… ¿Crisis existencial?

Por Miguel Á. Ortega. Presidente de Asociación Reforesta
Artículo publicado en la revista DKV 360

La causa de la crisis ambiental es la extracción excesiva de recursos para sostener nuestro modelo de producción y consumo.

Somos 7.500 millones de personas en la Tierra, y las proyecciones sitúan la población en 10.000 millones en la segunda mitad de este siglo. Según la organización internacional WWF, en 2012, era necesario el equivalente a 1,6 planetas Tierra para obtener los recursos naturales y los servicios que la humanidad consume en un año. Imaginemos lo que puede pasar si los países menos desarrollados logran su legítimo objetivo de alcanzar un nivel de consumo equivalente al de los ciudadanos de los países ricos.

lunes, 3 de julio de 2017

España ¿se desertifica, o gana bosque?



Por Miguel Á. Ortega, Presidente de Asociación Reforesta

En los últimos meses han aparecido en los medios informaciones aparentemente contradictorias: por un lado, se constata el avance del bosque en España y, por otro, se advierte del creciente riesgo de desertificación. Esto genera confusión, que se manifiesta tanto en las redes sociales como en los comentarios que los lectores dejan en los periódicos que publican las noticias. ¿Qué está pasando? ¿Hay realmente una contradicción?

miércoles, 14 de junio de 2017

Suelo y cambio climático: ¿y tú?


Por Celia Barbero Sierra, Asociación Reforesta


En 2017, el día internacional de lucha contra la desertificación centra su atención en los migrantes internacionales, que se estimaban en unos 244 millones de personas en 2015. El desplazamiento forzoso, es una de las secuelas más dramáticas y que mejor visibiliza el impacto diferenciado de la degradación ambiental entre las poblaciones enriquecidas y empobrecidas.

Garantizar el bienestar humano a nivel global, necesariamente implica deconstruir un modelo económico y político destinado a generar capital para unos pocos y miseria para la gran mayoría. Un modelo especializado en vender el hiper-consumo y el usar y tirar como espejismo de la felicidad, y que vuelve la espalda a todas esas personas que dejan sus sueños, oportunidades e incluso su futuro, intentando llegar a un efímero lugar mejor.

martes, 30 de mayo de 2017

Uranio y conejos: problemas españoles con sello autraliano

Australia es uno de esos países que no se mete con nadie y suele caer bien. A mí me cae bien. Sin embargo, dos hechos recientes con consecuencias muy negativas para la naturaleza española están siendo protagonizados por australianos.

Uno de esos hechos lo provoca la compañía minera Berkeley; se trata de la mina de uranio de Retortillo, en Salamanca. El otro lo impulsa el Gobierno de Australia, que está aplicando un virus de laboratorio a su superpoblación de conejos, especie introducida allí que está desequilibrando sus ecosistemas.

Las imágenes de las encinas centenarias taladas en un idílico paraje del Campo Charro me trasladan a otros tiempos: por ejemplo, los años en los que se arrancaban encinares para implantar regadíos o se desalojaban pueblos para anegar valles construyendo embalses. Muchos de esos sucesos tuvieron lugar bajo la dictadura y, otros, al inicio de nuestra actual democracia.

Funcionarios y políticos de los niveles municipal, autonómico, regional y europeo (Miguel Arias Cañete, ex ministro de agricultura español y actual comisario europeo de Energía y Medio Ambiente) han decidido en nombre de todos los españoles que esas encinas centenarias sobraban y que es bueno impulsar la minería del uranio en detrimento de nuestros ecosistemas y espacios protegidos, de la calidad de los ríos y de la economía rural. No me extiendo sobre el asunto porque ya se ha escrito mucho y quien quiera puede encontrar mucha información en internet. Simplemente, me pregunto por la calidad humana de quienes han contribuido a que esta barbaridad esté teniendo lugar, y recalco cuánto me llaman la atención las declaraciones de los responsables de Berkeley, porque manifiestan con rotunda seguridad que la mina se va a llevar a cabo sí o sí, a pesar de no tener permiso de obras y estar pendientes sendos pronunciamientos de la justicia española y de la Comisión Europea. Ellos sabrán hasta qué punto lo tienen bien atado…

En cuanto al conejo, como sabemos, esta especie es uno de los pilares fundamentales de nuestros ecosistemas, dado que es alimento de una buena parte de los depredadores mediterráneos. Ya ha sufrido la mixomatosis y la neumonía hemorrágico vírica y, como consecuencia de ambas enfermedades, otras especies ibéricas han visto caer sus poblaciones por falta de alimento. La cepa conseguida en laboratorio es muy letal. Por desgracia, lo más seguro es que termine llegando a España, al igual que llegaron la mixomatosis y la primera cepa de la neumonía.

Es evidente que Australia necesita combatir al conejo, pero jamás debería haberse liberado ese virus sin antes disponer, al menos, de una vacuna para contrarrestarlo cuando llegue, que llegará, a los países donde el conejo es autóctono. Esto demuestra la falta de gobernanza de los problemas globales, que deben abordarse a nivel global. Cada país cuida de sus intereses, a veces obviando el sentido común y la ética más elementales. El Gobierno español debería comunicar al australiano que, si el virus llega a España, le denunciará en las instancias internacionales y exigirá responsabilidades.

Miguel Á. Ortega. Presidente de Reforesta

Foto: una parte de la zona talada por Berkeley para construir la mina. Tomada de https://jesusenlared.blogspot.com.es/2017/04/

martes, 21 de marzo de 2017

De cómo España se deforestó y porqué urge reforestar



Por Miguel Ángel Ortega, presidente de Reforesta (www.reforesta.es

Reforestación fracasada, en una zona árida de la Comunidad de Madrid
Todos hemos oído alguna vez que en el pasado la península Ibérica era tan frondosa que una ardilla podía ir de un extremo al otro sin bajar al suelo. Puede que esta afirmación sea algo exagerada, pero lo cierto es que las condiciones naturales de la mayor parte de nuestro territorio son propicias para la existencia de bosques. Sin embargo, según datos del Gobierno, sólo el 37% del territorio español está arbolado. 

Esta situación se debe fundamentalmente a la acción de nuestros antepasados, que talaron bosques para dedicar las tierras a la agricultura y a la ganadería y para obtener leña para cocinar y calentar los hogares y madera para construir y adornar barcos, casas e iglesias y fabricar herramientas.  En las guerras medievales incluso se practicó en ocasiones la política de tierra quemada; más modernamente, las urbanizaciones y los incendios forestales han arrasado cientos de miles de hectáreas en las últimas décadas.  

viernes, 27 de enero de 2017

Educación emocional para alcanzar la sostenibilidad




Por Miguel Á. Ortega, Presidente de Asociación Reforesta

La mente humana es capaz de procesar una gran cantidad de información. Conceptos y emociones se mezclan en ella; los conceptos e ideas que forman nuestros pensamientos generan emociones y éstas nos llevan a generar pensamientos. La información y la forma en que el cerebro la procesa forman el sistema mente. Nuestras mentes interactúan entre sí y dan lugar a una mente colectiva, que es la responsable de formar y reproducir la cultura, es decir, el sistema de creencias y de valores que impera en un lugar y momento determinados. La mente colectiva evoluciona, y el motor de esa evolución son los individuos que cuestionan el sistema de creencias y valores imperante en cada lugar y tiempo concretos.

jueves, 26 de enero de 2017

Escenarios de la desertificación en España


Por Celia Barbero Sierra, Asociación Reforesta

Más de dos tercios de nuestro territorio son vulnerables a los efectos de la desertificación. La combinación de factores naturales y socioeconómicos hacen que España sea el país más afectado en la Unión Europea y uno de los más afectados de la región mediterránea.

Las precipitaciones son escasas e irregulares; la media estatal ronda los 650 mm anuales, pero un 32% del territorio recibe tan sólo entre 300 y 500mm de precipitación anual y en el sureste la media anual desciende hasta menos de 300mm.

La escasez de lluvias y las altas temperaturas, hacen que la mitad sur de la península (exceptuando las cadenas montañosas), la meseta norte, la cuenca del Ebro, la costa catalana y el archipiélago canario y parte del balear, se consideren zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas.

Estos datos son de por sí preocupantes, pero la necesidad de acción en materia de desertificación se torna aún más urgente cuando se consideran las previsiones del Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés).