Por Miguel Á. Ortega, Presidente de Asociación Reforesta
La mente humana es capaz de procesar una gran cantidad de información. Conceptos y emociones se mezclan en ella; los conceptos e ideas que forman nuestros pensamientos generan emociones y éstas nos llevan a generar pensamientos. La información y la forma en que el cerebro la procesa forman el sistema mente. Nuestras mentes interactúan entre sí y dan lugar a una mente colectiva, que es la responsable de formar y reproducir la cultura, es decir, el sistema de creencias y de valores que impera en un lugar y momento determinados. La mente colectiva evoluciona, y el motor de esa evolución son los individuos que cuestionan el sistema de creencias y valores imperante en cada lugar y tiempo concretos.
La mente humana es capaz de procesar una gran cantidad de información. Conceptos y emociones se mezclan en ella; los conceptos e ideas que forman nuestros pensamientos generan emociones y éstas nos llevan a generar pensamientos. La información y la forma en que el cerebro la procesa forman el sistema mente. Nuestras mentes interactúan entre sí y dan lugar a una mente colectiva, que es la responsable de formar y reproducir la cultura, es decir, el sistema de creencias y de valores que impera en un lugar y momento determinados. La mente colectiva evoluciona, y el motor de esa evolución son los individuos que cuestionan el sistema de creencias y valores imperante en cada lugar y tiempo concretos.