lunes, 23 de abril de 2012

Líquenes: sólo donde el aire es puro


 Por Ángel Febrero, naturalista y presentador del espacio "Cuadernos de Gaia" en el programa de la 2 "La Aventura del Saber". Puedes acceder a su trabajo sobre líquenes en blog y TV en http://biobricolaje.blogspot.com.es/2011/03/liquenes-observacion-y-estudio.html
 Un liquen es una asociación entre un hongo y un alga, el hongo protege y recubre con su estructura al alga y con ello protege a la misma de la intemperie. El alga realiza dentro del liquen la función clorofílica y alimenta al hongo con parte de lo obtenido.
 Aunque los líquenes son extremadamente resistentes y robustos, muchos de ellos son muy sensibles a los cambios producidos por nuestra industrializada forma de vida. El mayor enemigo de estos organismos tan poco llamativos es la contaminación del aire, producida por la quema de combustibles fósiles. En muchas regiones de Europa Central han surgido los llamados "desiertos de líquenes", zonas en las que ya no pueden crecer.
 A mitad del siglo pasado algunos botánicos apreciaron en las ciudades un empobrecimiento de la flora de líquenes. En esa época, en los árboles de los parques urbanos aún se podía ver a estos delicados organismos que cubrían la corteza. Con el transcurso del tiempo los ecólogos lograron establecer una relación: el aumento de determinadas sustancias que contaminaban el medio ambiente era paralelo al retroceso de los líquenes. La creciente industrialización implica la hostilidad de la vida urbana hacia los líquenes. Una de las causas es sin duda los escapes de gases, especialmente el dióxido de azufre, que contiene ácidos.

 Los líquenes han reaccionado a la agresión con mucha mayor sensibilidad que las plantas más evolucionadas como los árboles y arbustos. Estrictamente hablando, los líquenes son organismos muy resistentes. Soportan sin aparente problema temperaturas muy altas o extremadamente bajas, una larga insolación, así como una sequía muy prolongada. Cuando otros organismos han perecido a causa del duro clima, los líquenes crecen espléndidamente. Recientes estudios de la N.A.S.A han demostrado que líquenes antárticos enviados al espacio exterior y expuestos a condiciones extremas sobreviven durante meses. Paradójicamente no aguantarían la polución de nuestras ciudades, no pueden adaptarse a la contaminación del medio ambiente.
 Una de las razones principales de su escaso aguante hacia las sustancias nocivas es su modo de vida: los líquenes crecen muy despacio y no pueden echar hojas, por lo que todas las sustancias nocivas que entran en contacto con su cuerpo, permanecen allí. Puesto que los líquenes, además, tienen una larga vida, la acumulación de veneno en el curso del tiempo aumenta, hasta que el organismo al final perece. Los líquenes reaccionan antes y más claramente que otras plantas a las sustancias contaminantes y por ello pueden ser utilizados como bioindicadores de la contaminación: allí donde han muerto existirán, sin duda, daños medioambientales elevados.
La dura vida de un bioindicador    
 Aunque los líquenes no poseen instrumentos de medida estrictamente hablando, revelan de forma muy sencilla lo que una técnica de medición hace con enorme gasto. Los instrumentos de medida señalan la actual tasa de contaminación. Los bioindicadores, por el contrario, no registran de esta manera los compuestos nocivos, pero desde luego no perdonan las emanaciones de los tubos de escape, a las que son sensibles como ningún sistema de medición.
 Y si los líquenes se utilizan como "puntos vivientes de medición", también en los llamados "desiertos de líquenes" se utilizan experimentalmente algunos individuos de ciertas especies. Por ejemplo, se puede tomar un fragmento de corteza de un árbol cubierta de líquenes de una zona limpia, llevarlo a una región contaminada y fijarlo en un árbol que crezca en ella. A partir del tiempo de supervivencia y del estado general del liquen, se puede deducir el grado de contaminación de este ambiente.
Artículo publicado en el nº 20 de El Correo del Medio Ambiente, que puedes descargar íntegro gratuitamente en www.reforesta.es 

4 comentarios:

  1. Interesantisimo articulo ye interesantisimo blog,nos encanta..¿podemos poner tus articulos en nuestro blog ?poniendo tu autoria y link de tu blog por supeuesto

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  2. Hola amigos,
    No hay problema. A nosotros también nos gustaría poder poner artículos de vuestro blog en el nuestro, por supuesto también indicando autoría e incluyendo el enlace al vuestro. Así que, si os parece, lo acordamos así.
    Saludos

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  3. Leyendo este artículo, mi pensamiento ha conectado con los seres humanos, seres vivos que, como el liquen, soportan condiciones extremas, presión, estrés, relaciones tóxicas… y siento cómo somos acumuladores de toxinas, no solo por los alimentos o el aire, sino también por el tipo de relaciones que mantenemos, ya sea con otros o con nosotros mismos. Como vamos acumulando un veneno de olvidar nuestro autocuidado, el amor y respeto por nuestras necesidades o nuestro bienestar, y como todo ello, así como pasa con el liquen, termina por generarnos un “desierto emocional” del que, con suerte –y ayuda profesional a veces- somos capaces de cambiar, abandonar o aceptar, para empezar a experimentar la posibilidad de evolucionar y sanar, desde dentro y hacia fuera, colaborando al bienestar del entorno, nuestro sistema, y claro, el medioambiente.

    Somos una parte del todo que es la naturaleza y la vida, respetarnos y cuidarnos, es respetar a ese todo mayor.

    Feliz experiencia para este año y gracias por tu trabajo!

    www.beapsicologacoach.com

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  4. Y me has inspirado para tener el placer de compartir tu idea -y tu reseña- en mi blog https://bit.ly/300QyRE de www.beapsicologacoach.com
    Muchas gracias!!

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